Los ovarios chillan
Chillan furiosos dentro mío
Y la sangre se retuerce adolorida como en la pintura de las dos fridas
Como en mi propia imagen que deja de ser sangre y se vuelve agua en el espejo mientras contemplo lo decadente que soy
Lo estúpidamente que observo el mundo evitando tomar el lugar que me correspondería si los ovarios no chillaran
Si yo pudiera aceptar
Si tan sólo pudiera aceptar
Aceptar lo que no soy y simplificar el trabajo para todos
Ayudarme con la verdad Occidental y no sentir, bloquearme para no sentir nada y querer lo que todas quieren
Haciéndome de lágrimas mar cuando el hombre se va, cuando el hombre se ha ido, cuando el niño no llega
Y yo, yo, ilusa, ingenua
Reniego
De la posición social que sólo las bobas creen pasada
que está tan viva como para jane austen virginia woolf la propia frida y tantas otras
Nosotras, pobres mujeres
Grandes féminas
Que no entendemos al ovario como a un germen biológico sexuado sino como a una simple unidad funcional así como al corazón y los riñones
Que no entendemos a los libros menos que como a la inspiración
Que no entendemos a la sociedad burguesa más que como a un sistema de dominación
Nosotras, mujeres malditas
En vías de extinción
Pero no tristes, tristes no somos, no fuimos jamás
Nadie es triste aunque amargo y adolorido si tiene razón de existir, de ser y de estar
Al menos si la busca
O quizás no
Es que todo adentro de mí se queja y me reclama a la que quiere que sea
Quiere una baja en mis niveles de azúcar y grasas
Un aumento de músculos
Y diez onzas de cerebro menos también
Y yo no quiero no quiero cambiar no voy a cambiar por nadie
nadie amerita que yo cambie, cielos
Si no estoy tan mal
Uno tiene derecho a no amar, a no querer
A lo sola
Sola
Al final, eso sí, terminamos solas.
Chillan furiosos dentro mío
Y la sangre se retuerce adolorida como en la pintura de las dos fridas
Como en mi propia imagen que deja de ser sangre y se vuelve agua en el espejo mientras contemplo lo decadente que soy
Lo estúpidamente que observo el mundo evitando tomar el lugar que me correspondería si los ovarios no chillaran
Si yo pudiera aceptar
Si tan sólo pudiera aceptar
Aceptar lo que no soy y simplificar el trabajo para todos
Ayudarme con la verdad Occidental y no sentir, bloquearme para no sentir nada y querer lo que todas quieren
Haciéndome de lágrimas mar cuando el hombre se va, cuando el hombre se ha ido, cuando el niño no llega
Y yo, yo, ilusa, ingenua
Reniego
De la posición social que sólo las bobas creen pasada
que está tan viva como para jane austen virginia woolf la propia frida y tantas otras
Nosotras, pobres mujeres
Grandes féminas
Que no entendemos al ovario como a un germen biológico sexuado sino como a una simple unidad funcional así como al corazón y los riñones
Que no entendemos a los libros menos que como a la inspiración
Que no entendemos a la sociedad burguesa más que como a un sistema de dominación
Nosotras, mujeres malditas
En vías de extinción
Pero no tristes, tristes no somos, no fuimos jamás
Nadie es triste aunque amargo y adolorido si tiene razón de existir, de ser y de estar
Al menos si la busca
O quizás no
Es que todo adentro de mí se queja y me reclama a la que quiere que sea
Quiere una baja en mis niveles de azúcar y grasas
Un aumento de músculos
Y diez onzas de cerebro menos también
Y yo no quiero no quiero cambiar no voy a cambiar por nadie
nadie amerita que yo cambie, cielos
Si no estoy tan mal
Uno tiene derecho a no amar, a no querer
A lo sola
Sola
Al final, eso sí, terminamos solas.
(Encontré este texto perdido entre archivos de Word. Ni siquiera lo recordaba. Nació tratando de escribir algo para una revista de la que iba a ser editora mi amiga Yasna; no sé qué pasó al final con su proyecto. Me traen buenos recuerdos los días en que lo escribí: estos mismos pero del año pasado)