sábado, 15 de mayo de 2010

Carta sobre la Nakba

Estimados y Estimadas:

Como bien saben, hoy, 15 de mayo de 2010, el pueblo palestino conmemora el aniversario número 62 de su más grande tragedia histórica, la Nakba, término árabe que traducido al español quiere decir catástrofe.

Paralelamente, el sionismo y el imperialismo hoy mismo celebran lo que denominan la independencia de Israel.

En cuanto a los hechos históricos, fue un día como hoy en 1948 cuando las potencias mundiales, vencedoras en la segunda guerra mundial e institucionalizadas en la ONU, acordaron la creación del Estado de Israel sobre más de la mitad del territorio de la palestina histórica, legalizando y perpetuando así lo que desde hace décadas venía siendo la inmigración masiva judío sionista a Palestina, con la consecuente expulsión de los propios habitantes de dichas tierras a los países árabes vecinos. En la práctica, esto que se logró gracias al terrorismo sionista de grupos armados que perpetraron masacres tan horrorosas como la de Deir Yassin (9 de abril de 1948) para lograr apartar a los palestinos de sus vidas cotidianas y poner en su lugar a los recién llegados, llamados a constituir este proyecto político nacional, con justificación religiosa, como es el Estado sionista de Israel.

Desde entonces, millones de palestinos en todo el mundo, especialmente en los países árabes vecinos, viven en calidad de refugiados y no tienen derecho a entrar y menos a vivir en lo que fueron sus tierras, las de sus padres o abuelos. Los palestinos son víctimas de una política de exterminio sistemática, como es el caso de la franja de Gaza, que sufre un bloqueo permanente desde hace casi 2 años, mientras es bombardeada con el pretexto de la seguridad o legítima defensa de los israelíes, "el pueblo elegido de Dios", como dicen. Un Muro, sancionado inagotablemente por todo organismo de derechos humanos existente en la actualidad, se construye dividiendo Cisjordania para segregar a estos "ciudadanos" de cuarta -con suerte- que son los palestinos, los que en verdad son tratados como animales y no como personas en los check points. Los derechos sobre las aguas y las tierras son confiscados. No hay libertades civiles, políticas, religiosas, culturales, económicas ni de ningún tipo. Viven los palestinos en forma cada vez más pobre, muchas veces alejados de los servicios básicos, como los hospitales, y de los centros de educación y de empleo. Son discriminados en razón de su origen étnico y tratados como basura. Los niños palestinos crecen humillados por la grosera omnipotencia de los tanques y armamentos del quinto ejército más poderoso del mundo y rodeados de las fotografías de sus muertos.

Mientras tanto, los gobernantes, los grupos económicos y la prensa del mundo entero permanecen como observadores de esta injusticia. Testigos aparentemente neutrales que con su silencio y sus mentiras nos obligan a asumir un compromiso anónimo a todos quienes creemos que otro mundo es posible, y que algún día en Palestina y en todo el mundo se abrirán las alamedas por donde caminen el hombre y la mujer libres. Donde todos podremos entrar y salir, vivir y dejar de vivir, trabajar, estudiar, construir, pensar, opinar, disentir, debatir, comer, amar, desayunar y escribir sin la magnificencia omnipresente y acechante de una máquina ideológica racista y represiva que determine nuestros días, nuestras noches, nuestros destinos y la vida simplemente.

Los dejo con los siguientes links y les mando un fuerte abrazo.

Nadia.


- Imagen
http://news.bbc.co.uk/2/shared/spl/hi/pop_ups/08/middle_east_enl_1273849317/html/1.stm

- Textos

Historia:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105877

La causa hoy en día:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105880




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“…Olvidan que el hombre que domina a otro de alguna manera, porque es más inteligente, porque es más rico, porque tiene poder o porque es más fuerte, no debe esperar jamás que el hombre que se sienta dominado alcance alguna vez cualquiera de sus niveles. Los alcanzará o intentará alcanzarlos sólo cuando no se sienta dominado o cuando vea y comprenda que el que lo domina aún a pesar suyo –porque es más inteligente, por ejemplo- quiere levantarlo para hacerlo un hombre perfecto y no un sirviente perfecto” (Manuel Rojas, "Hijo de Ladrón")