Noches de fiebres frías, de pesadillas húmedas
Hay alrededor un murmullo constante que huele a sola
Me escabullo por entre las curvas de la memoria malparida
Y sueños soporosos vienen en mi auxilio
Entonces bajo la vista y beso sus manos sin dedos
Las muñecas enjoyadas
Vestidos vaporosos luctuosos únicos antes de caer al abismo
Me aferro a las cobijas y duermo con los ojos abiertos y la lámpara encendida
Cuándo será el día, cuándo será de día, cuándo vendrá la siguiente noche
Una angustia de otros tiempos y de otras gentes me secciona la parte más roja de la garganta
No hay posibilidades de dejar de dudar, de dejar de pensar, de dejar de sentir
Somos yo y lo que yo arrastro, lo que me condena, lo que no me salva
Nueces para el amor y alcauciles para el olvido.
1 comentario:
No acabo de entender por qué escribes esto, pero te imagino sola en tu casa pensando y repensando y me dan ganas de estar allí contigo para que me cuenets algo de eso y yo lo desarme con mi pobre entendimiento para convertirlp en algo más simple, más llevadero... además de todo quiero ver esa película y tantas otras, ojalá contigo. Te quiero mucho y ya te extraño.
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