No más lágrimas de cocodrilo ni cara de cordero degollado ni mirada de perro vago.
Se acabaron las dinámicas de victimización constante, las dialécticas del sufrimiento, los arquetipos chantas, los estereotipos manoseados, los silogismos reiterativos, las argucias olorosas a leche quemada.
Anuncio el fin de las actuaciones baratas, de las performances rascas, de los sentimentalismos raídos, de las comidas con sabor a la nada, de los clichés, del vacío, del nervio que hace doler la guata, del vino rancio, de las poses (sí, sobre todo de las poses).
Hasta nunca plagios y copias, explicaciones burdas, justificaciones que no pegan ni juntan, monólogos del olvido, amistades sujetas a modalidad, compraventa de discursos nice.
Adiós promesas de eternidad acomodaticias, interesadas, trepadoras, inconscientes e inconsistentes.
No más halagos, adulaciones, maquillajes, medias tintas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario