jueves, 17 de junio de 2010

ALGUNOS POEMAS QUE ESCRIBÍ ENTRE LOS 15 Y LOS 17

PURO BUKOWSKY INFLUENCIÁNDOME LAS ENTRAÑAS (O CASI)
Y se te hace más complicado el masticar
la conciencia no cesa de repetirte que ya no vas a ser tú de ahora en más
vas cansada
pero con ganas
aún así tienes ganas
eso es la libertad
a mí me parece ahora que es eso
porque cuando niña me repitieron demasiado
“tu libertad se acaba al empezar la de otro”
y entonces concluí que la libertad era un bien inexistente
pero me tropecé con mi propia sombra varias veces
y aprendí a creer
que yo era libre si me lo permitía
era libre de amar y de pensar
de escribir y de leer
y de esconder
sobre todo de esconder
todo lo que había amado, pensado, escrito y leído
y de seguir encubriendo lo escondido
yo soy libre porque creo en la cordura de los locos y así me autojustifico
aún cuando la otra gente tenga otros parámetros
y no los compartamos
y nadie sabe expresarse, ni yo ni ellos
y como son mayoría y quieren ser democracia
yo sobro
pero ya ni duele
es como cuando uno lleva mucho tiempo metida en el agua helada:
se acostumbra:
hay razones médicas para ello y también las hay para mi estupidez
pero no para la poesía floja
ni para el anarquismo y su desobediencia comunicacional
no
ésas razones sólo las comprendemos nosotros,
los libres.



Los humanos nunca hemos podido ponernos de acuerdo
incluso desde antes de la revolución neolítica
nadie ha acordado algo
por eso nadie puede entregarse,
su vida y su trabajo,
a cambio de protección
porque no se la darán
porque es imposible contentar al rico y al pobre, al hombre y a la mujer, al comunista y al fascista
todo la vez no existe
y todos han querido que exista
y adquieren el poder
pretendiendo dirigir sin ser digeridos
pretendiendo ideas a fuerza de cuchillo
y no ha servido
el estado es ficticio se les demostró
y el poder lo tiene claro
si no lo reconoce es por individualismo
para callar a las minorías
ya que así la voz de lo digno se sepulta
entre la mina de cobre con los nudillos negros de cobre y los papeles de las oficinas
donde con las manos perfumadas entregarán ése mismo cobre
¡qué gran trecho para el observador pasivo hay allí!

Ojalá yo fuera comunista
tendría un ideal
creería en la nobleza de la raza humana y viviría en paz
aún cuando durmiera escondida de la policía fascista
aún cuando sólo alimentara a mis hijos de pan
pero sería comunista
tendría claro el ir a la universidad
y haría flamear banderas de unidad
mientras me decidiera a leer El Capital, de Karl Marx
trabajaría en comunidad
pensando antes de actuar
porque la meta de todos en conjunto sería igual a la meta de mi sola persona
sí, cuando triunfara tranquila por la calle iba a poder caminar
eso habría sido más factible en otro tiempo
tiempo de dolor físico
pero no de desigualdad social
tiempo de amor sin olvido
tiempo de libertad moral
allí podría decirme atea aunque me quedaran dudas
pero estaría más segura porque seríamos varios
mas ahora estoy sola
el tiempo se olvidó de mí
me dejó con las maletas hechas
pero sin ninguna convicción
fin.


HAY DÍAS
Hay días en los cuales no te nace ninguna frase desde dentro del corazón,
cada pensamiento te parece tan vano que ni siquiera lo desarrollas
porque si lo hicieras sería demasiado complejo como para que otro te lo captara
incluso para que te lo captara un fiel lector,
aunque claro, eso lo dicen los poetas que ya han publicado algún libro
y no las ambiciosas que se creen de tinta siendo que por ello no las identifica nadie.

Hay días en los que buscas un poema
y hay otros días en los que buscas un amor,
también hay días en los que la vida te sabe a basura y aún así sonríes
y está bien que lo hagas
porque nadie con padres cariñosos y preocupados
y extremidades intactas debería no hacerlo,
pero tú sientes que una escritora de poemas que no le interesan ni necesita nadie
debería llorar y andar por la vida arrancando los suelos con las uñas
pero no lo haces,
no lo sientes,
no tienes talento:
no eres escritora.

Hay días en los que las estrellas del cielo giran alrededor de un cuadrado
y tú allá abajo empiezas a dar vueltas en círculo
puesto que no planeas ser una estrella,
puesto que eres mucho más maravillosa
con tu cabeza llena de rizos que se hacen rojos al quemarlos el sol,
con tus bandas preferidas y el ritmo de los latidos distintos evocados por tu corazón
de acuerdo a cada una de sus canciones,
en esos días es cuando te enrabia
el que el Planeta lo habite tanta gente igual
y el que a ti no se te inspire ni el verso ni el beso.

Hay días en que tienes mal olor en las manos y mal gusto en la boca
pero no descartarías la sordera como posible opción
ya que así te evitarías el noticiero
donde los pasos de las madres de detenidos desaparecidos pidiendo el Dónde Están
se siguen del asesino director de la marina
discurseando a sus secuaces acerca de la unidad familiar.

Hay días en los cuales no estás ni muerta ni viva
en los que venir de un mundo burgués que no se acepta te lleva a la excentricidad
de amarrarte la cabeza con pañuelos
y salir a buscar por el mundo al menos una
una oportunidad
y nada de burlas
a lo mejor no descubrirías dónde están cada persona o cada cosa
pero al menos ese día de búsqueda sin agua
te llevaría por la senda de las pisadas
del YO estoy.



NUESTROS PUÑOS
Ya no quería seguir
en ésa rueda incongruente
que era mi vida.

Y por eso salí
fui a degustar gritos
y a enrojecerme las palmas.

Yo ya lo había perdido todo
pero esa noche
todo me encontró.

Huí saltando sobre el cemento helado
huía de mis pesadillas
huía mascando mis dolores.

Allí me quitaron las penas
porque se las repartieron entre todos
y entonces alcé el puño.

No era el puño comunista,
ni el pacifista, ni el anarquista,
era sólo mi puño.

De ser necesario
habría mojado mi aliento
con la saliva de los otros alientos.

Si yo enmudeciera o encegueciera o ensordeciera
seguiría saliendo a la calle
porque creé el instinto.

¡Que no nos derroten,
compañeros de marcha,
antes de derrotarnos nosotros mismos!

UNÁMONOS
Cerremos las puertas,
pero abramos las ventanas
así plantamos la fe de nuevas palmas.

Yo no sé quién eres
tú no sabes quién soy
para eso me visto tal que no sepas el precio de mis ropas.

Si he de luchar por el bien,
que sea hoy mismo
si me ha de deglutir el mal, aquí estoy.

Existo junto a ti
pero ya no existes junto a mí
te me vas entre las nubes y no te puedo seguir...

¡Pero has vuelto!
oh, qué dicha
atesoraremos ahora la miel de nuestra unión.

De nuestra unión,
la certera y fuerte, la irrevocable,
la nuestra.

LA GLORIA DE LA SANGRE
No sé si son azules o si son moradas
la verdad, nunca lo he sabido
y tampoco quiero averiguarlo.

Es que temo a mis venas
no así a mi propia sangre:
yo aprecio la sangre.

Aprecio la sangre, porque es fiel,
porque nunca se marcha por sí sola,
porque la mía me ama.

Si quieres adorar la tuya
entonces no dudes en hablarla
y en entretenerte observándola.

Suena raro,
pero al contemplar la mía me siento desmayada
quizás por esto la busco tanto.

Ella me busca a mí ¡eso es!
me desfallece, me duerme,
me hace sufrir.

Y yo lo gozo
gozo la historia de mi delirio:
gozo la gloriosa historia de mi sangre.



¡A LUCHAR!
Si he de luchar
lo haré en este instante
y no en el después
porque ése después me va a hallar muerta.

No veo qué hay de pérfido en la defensa
¡si su madre es el ataque!
pero sí hay mucho de malo en la paz
si es la paz de la rendición.

Nos vamos haciendo viejos
ya no nos gusta lo mismo
pero seguimos creyendo en lo mismo:
eso sí que es fuerza, la fuerza del pensamiento.

Ahora me tirarán basura
me lanzarán escupos y risotadas
pero, pero no, ¡no cesaré!
¡mi inteligencia de hoz no cesará!.

NADA DE NADA
La luna se diluyó entre los olivos
y el sol apareció miedoso
no sé si moría la noche
si nacía el día
o si comenzaba la nada.

Entonces tirité como un siervo
se batían mis nudillos
se realineaban mis costillas
se pulverizaba mi esternón:
se nos moría la esperanza del mañana..

Intenté levantarme de los pastos cenicientos
y huir
si camino un poco, pensé, volverá la luna o aparecerá el sol,
pero mi cuerpo no obedecía
mi cuerpo estaba sepultado como los de los niños de Iraq.

Mi cuerpo era afortunado
mi cuerpo tenía la suerte del olvido del mundo
mi pobre cuerpo lívido ya murió, me dije,
pero entonces recordé que guardaba corazón
y lo llamé despacito: corazón, susurré.

Mas nada contestó...

COLOR CÁLIDO
Y sonrío
francamente no sé por qué
nunca sé los porqués,
es una excusa demasiado recurrente en mí
pero es la verdad
y en mí triunfa la verdad.

A lo mejor sonrío por imitarte
por copiar la curvatura mínima de tus labios
por seguir el gato de tus ojos
por querer verme en el reflejo de tus dientes,
en la sombra de tus manos,
y en el calor de tu regazo.

Pero expulso de mí esas ganas
y así puedo sobrevivir
así puedo echarme al hombro
la carga de esconder que me gustas
la carga de esconder que te celo,
la carga de saber que no me deseas.

¡Si supieses de la fiebre de mi sueño,
del color cálido de mi delirio!
probablemente vendrías
y nos uniríamos
y fantasearíamos juntos,
pero quizás no..., y por eso finjo.

“DECLARACIÓN”
Yo no quiero más allá de tu cuello óseo
o de la refulgencia de tus párpados
yo quiero únicamente que vengas,
y te sientes conmigo bajo la dinastía de San José.

Aquí, entre mis cinco robles centenarios
haremos centenario nuestro mirar mutuo
aquí, bajo las hojas que no caen nunca,
quiero que digas lo que siempre dices.

No voy a pedirte contemplar juntos el atardecer de organdí rosa
ni voy a tocar tu boca,
sólo te miraré hasta que comprendas que te quiero
y que quiero que tú también me quieras.

DUDA INCOMPETENTE
¡Cuándo sabré si la amas,
si cada vez que estás con ella
me miras a mí!

¿Entonces cuándo sabré si me amas
si cada vez que estoy contigo
con ella te has de ir?

CUESTIONAMIENTO DE PSEUDOESCRITORA
Estamos bombardeados por las incógnitas,
por las incógnitas de la poesía
que no queremos dejar morir.

Exhalamos lo que nunca hemos respirado
y aún así
confiamos en nuestra divinidad.

¿Dioses, nosotros?
no, nadie es dios si no lo ama el mundo
y a nosotros sólo nos aman nuestros suspiros proféticos.

Hemos de narrar y alucinar
pero no somos escritores,
somos plagiadores.

¿Qué puedo crear yo si todo lo han creado?
nada, nada,
yo me limito a transcribir.

Y en mi transcripción milenaria
voy descubriendo palabras que no son las mías...
y quizás por eso lo que escribo me pertenece.

AYER Y HOY
Se nos murieron las lágrimas azules,
los versos descriptivos,
las tardes fangosas
y las lunas llenas.

Todo se nos muere...
se nos muere para que nazca algo
algo más real,
pero muy cruel.

A mí se me escondió la infancia
tras el ardor del fuego recién prendido,
tras el nudo seco de mi garganta seca
y tras mi propia risa.

La autenticidad de mi cuerpo
se convirtió en la comparación;
el silbido de las narices acatarradas,
se volvió menos frecuente.

Y ya nada fue como antes...
todo empeoró.

ESTOS VERSOS: ÉSTA, MI VIDA
Estos versos me queman las yemas de los labios,
estos versos exhalan la basura de mi intelecto,
estos versos compungidos...
estos versos apretados...
estos versos propios.

La poesía a mí no viene a alimentarme el espíritu
la poesía me corroe y me envenena,
la poesía me juzga:
¡y en la justicia hay demasiada injusticia!
Y mi poesía no es la excepción.

Basureada, asquerosa, maldita sociedad:
no entiendes lo que digo
ni el esfuerzo que hago para entibiarte entre mis palabras...
y no me perdonas, no, no me lo perdonarás:
nunca entenderás que yo soy otra huérfana más.

Pero aún así la poesía me eleva
me anima
me aguanta sobre sus dedos gélidos
aunque mi cuerpo pese y se los quiebre
y sí, quiebro con mi peso, uno a uno, los dedos de la poesía estatua.

Un día juré coronarme de espinos:
¿espinos, para qué?
Ya el mundo me los ha refregado en el cráneo
y no lo seguiré ayudando,
cuando vuelva a sentir ganas me morderé las manos...

Porque si tengo alguna seguridad,
es que a mí los dedos no se me van a quebrar
pues sólo flaquea la poesía muerta y yo no soy ésa,
no, yo soy, la viva y carnal:
¡alentad, sociedad, vuestras tropas, que nuestra batalla aún no ha de acabar!.

BUSCÁNDOTE
Buscando tu cara entre las caras,
y sólo por ser la tuya,
podría pasarme toda una vida.

No importa si no vienes y si no me hablas
lo que importa es que me miras
cuando crees que yo no creo que me miras.

Buscando tus ojos entre los ojos
y buscando tus espaldas entre las espaldas
voy a estar así, como hasta ahora, si no vienes y si no me hablas.

Te observo y te busco,
en todo y en todos,
me muevo como una gata sigilosa y rotunda
y ellas no hacen lo mismo
por eso deberías amarme más.

Ellas también te buscan
pero sólo cuando el cielo se pinta de noche
ellas también te buscan
pero no cuando quieren obligar a sus párpados a caer sobre sus pestañas,
eso sólo lo hago yo.

Tanto te idolatro
que no reparo en tu nariz ni en tus manos,
como ellas,
yo reparo en tus silencios
reparo en cuando empequeñeces y clavas los ojos
y te reclinas
apartándote el pelo de la cara con ambas manos
y botando el aire de la codicia de tu boca
por el lado entreabierto de tu labio torcido hacia la izquierda,
y repentinamente sonríes
y sonrío
y sonreímos juntos,
y con eso a mí me basta,
por eso te idolatro más que ellas
porque ellas no se conformarían con tan poco y a la vez con tanto.

Tanto te idolatro
que no me importa no tenerme en tus brazos
ni tenerte entre mis encías
tanto te idolatro
que cambiaría todas nuestras fingidas continuas conversaciones largas
por nuestras esporádicas auténticas sonrisas cortas,
aún mientras tanto con ellas converses, te abraces, te beses..., y sonrías.

RUEGO
Mis vísceras cortadas en pedacitos
anuncian que debo partir,
pero no sin antes
a la Tierra una súplica erigir:

Ruego al viento para que bese tu cuello cuando yo ya no esté.
Ruego al sol para que te ilumine el rostro cuando no lo pueda hacer yo.
Ruego a la arena para que te sobe los dedos cuando yo no esté para hacerte
reír.
Ruego a las palabras para que acudan a tus labios cuando yo no te las pueda
disimular.
Ruego a las películas de amor para que las comisuras te hayan de estirar.
Ruego a los recuerdos de mí no visitarte para que nada veas que te ha de
faltar.

Pero, sobre todo, y por último
ruego a Dios para que de tu vida yo no me vaya jamás.

SER ESCRITORA
Sé que sufres
sé que lloras,
pero mi dolor es aún más inmenso que el tuyo,
porque yo soy escritora.

Los peldaños de la arrogancia los he ido bajando lentamente
los azares de la concordancia también,
porque yo no creo en símbolos
yo creo en el dolor puro,
y aún así mi vida debería ser perfecta
pero no lo es,
porque yo soy escritora.

Derruí mi propio muro
tomé un martillo y rompí las piedras,
las piedras de compartir el dolor mutuo,
a cambio taladré una guarida
donde permanezco sola y escondida gozando mi dolor,
porque yo soy escritora.

Sé que no entiendes lo que escribo,
que lo piensas y simplificas
pero aún así,
desgranado,
no lo comprendes,
y he allí mi mayor dolor:
la incomprensión del mundo,
he allí el dolor gustoso
de ser escritora.

LA YO
Recortada entre palabras que no dicen nada
pensando en estas palabras que son un martirio,
pero también un sustento
me acuerdo de lo que he sido yo.

Recuerdos de canela y miel
recuerdos que yo cambiaría
no porque sean malos, sino porque son los míos.

Si digo que no me gustan las palomas acartonadas
es
porque nunca he sentido el aceite hirviendo,
si desdeño las hadas sobre mi cuna
es
porque siempre tuve cuna y fui acunada.

PENSAMIENTOS DE LA NADIA
Y comienzo a descender
llego al subterráneo de los gritos,
a la sumisa mancha de saliva helada,
a las imperpetuables cortinas de seda glaseada
que yo quiero traspasar.

Entonces me aferro a una de ellas,
la amarro entre mis brazos
y empiezo a temblar
de a poco se me enrosca la lengua
y se me crispan las tripas.

Lo sé, porque puedo sentirlo.

Y me bato
y me rebato,
me asfixio, porque tomo mucho aire
y ya no sé cómo escapar
cómo regresar a pausar mi vida.

De pronto la quietud me invade
y puedo desamarrarme
y dejar de quitar el esmalte de mi dentadura
con las uñas mugrientas
que me he dado yo sola.

Lanzo un chillidito lastimero
y ya no hay convulsiones
ni gritos
ni chillidos
ni mordeduras:
el caos es total.

CONFUSIÓN
Se te acaracolan las pupilas
y se te sueltan los nudillos de cuero fijo,
ya ni ves
ya ni muerdes
ya ni vives,
ya ni mueres.

Y todo
porque me temes,
me temes
por ser yo el valor de la verdad absoluta:
de tu y de mi verdad, de la que no existe.

Ésa que es verdad,
pero que en ti ya es mentira,
porque eres ficticio, porque te estoy inventando
aaaaaammkhahhammm,
¡porque te odio!
¡desaparece de mi vista, cerdo imaginario, que no sabes señalarme si existo o
no!.



ANARCOMUNISCOMPAÑERO
Compañero, yo quisiera compartirme contigo
quisiera que fueras la mitad de lo que soy
y que tuvieras la mitad de lo que tengo.
Compañero, ambos vamos a dibujar lo desdibujado
para evitar tener que comer lo
que a otros les sobró.
Tú y yo, vestidos de rojo y de negro,
con el corazón inflamado de llamas verdes
vamos a correr por aquí como poseídos por un vestido,
por un abrigo que nos envuelve y nos evapora del tiempo.
Compañero, todavía no te conozco.
debe ser porque te he conocido siempre...
sí, lo que me falta es descubrirte.
De nosotros dos van a captar fotografías.
Van a salir en los periódicos.
Vamos a ser los subversivos,
los que hicieron la revolución treinta años más tarde.

INTRO Y EXTROSPECCION, DE NUEVO UNAMONOS
Ambos nacimos por separado.
A mil años del quiebre del espacio, a tres milésimas de segundo del anillo más hermoso de Saturno.
Tú y yo. Yo y tú. Fusión de lo básico y de lo elemental,
de lo áspero y de lo suave,
de la razón y de la fuerza.
Somos los besos que se convertirán en versos.
O si lo prefieres, compañero, somos los versos que se convierten en besos.
Sabemos que la historia sangra.
Sangra como mares chorreando la totalidad de su sal.
Pero la historia, lo sabes mejor que nadie, compañero, es algo más que
cloruro de sodio. Es mucho más que el mar.
Creyentes de la generación perdida y de los libros quemados,
amantes de las noches sin estrellas, mirando el cielo,
eso sí, aprovechando cuando está limpio,
mucho más limpio que si tuviera estrellas frías
que no son más que artificios matemáticofísicos,
que no son más que esas páginas inmundas de prensa
que nos contaminan cada día,
cada almuerzo, cada cena, cada recreo, cada obsesión y cada esperanza.
Viaje desde Moscú hasta Madrid, desde Belén hasta Buenos Aires, Desde Cura
Cautín hasta Curicó.
Viajes.
O al menos deseos de ellos.
De eso nos alimentamos, compañero.
¿Qué somos, quiénes somos, compañero?
¿Nací yo de ti y tú de mi? ¿Cómo vinimos al mundo?
¿Por qué la explicación convencional para ello es tan absolutamente vana y perniciosa?
Ahora sí que lo puedo decir
(tú que lees esto, te recomiendo, para que entiendas,
no ser holgazán y leer los poemas de mas arriba):
unámonos.



Sangre de Palestinos
Nadia Silhi 2004-06-10

Ambos nacimos por separado:
a millones de cristales rotos de la geogénesis
a cientos de kilómetros del anillo saturnino más brillante
a cuarenta gramos de polvo de clavículas trizadas en hospitales pobres.
Pero nada de esto nos importó
porque descubrimos que estábamos unidos.
Las arterias coligadas eternamente y desde el infinito
porque ninguno vino al mundo de entre un betún sanguinario
no traíamos estigmas, no somos Dios ni sus hijos.
…a nosotros nos salvó la idea del humano libre, no Cristo…
Si nos amamos desde antes del juicio conocido
fue por el lila azul glorioso de las venas
que nos mantuvo juntos aunque anónimos
con los rostros sin desfigurar ni por las arenas ni por los siglos
los rostros iguales…calcaditos…
que nos conservaron aetáreos, y orgullosos
de ser palestinos aun sin Palestina.

A nosotros las notas de un laúd misterioso nos guiarán por el Nilo para retornar al hogar
antes de que nos desesperemos porque el tiempo se muele
en el corazón angustiado de nuestros hermanos aguardantes
ya que el río corriente de sangre Nihilista de nosotros,
es producto de su propia sangre
indiscriminada, pero determinada
roja
árabe
real
vertida sobre el pavimento quemado del sol
(porque el Invasor se los hizo cubrir con ella más que con Cafilles).
Nosotros lo haremos:
se lo prometemos a los hermanos de la resistencia
con el honor tradicional de Medio Oriente
lo haremos por nuestros ancestros intraductibles
porque dignificamos su cultura
admiramos su valentía y queremos corresponderla.
Aún cuando Occidente nos perfore las orejas
exhibiremos en el pecho sus retratos.

Y la unión de nuestros pensamientos
cultivados bajo el alero de un desinhibido terrorismo atecnócrata
no bajo firmamentos ópticamente estelarizados,
Compañero Hermano Primo Amigo
nos mantendrá juntos
para encaminar las huellas hacia La tierra
que no estará santa pero sí viva
donde la existencia en comunidad no volverá jamás a sernos vedada
puesto que allí iniciaremos el trabajo milenariamente luchado
nunca lucrado
de una Palestina
que enarbolará en los diccionarios oficiales del mundo sus
blanco, negro, verde y rojo
porque será de y para los palestinos.

(Acompáñanos: vamos hasta La victoria.)












Mi pueblo
Nadia Silhi 2004-06-12

A los palestinos nunca los vencerán
porque al tomar cada piedra
con la mano forman un puño
y al concretar la defensa
sus dedos dibujan la Victoria.

A los palestinos nunca los vencerán
porque no los acompaña la inocencia:
ellos resisten cortando la soga
con que los ahorca el opresor,
pretendiendo evaporarlos del tiempo
y de la historia.

Nunca nos vencerán
pues nunca nos rendiremos
recorreremos el orbe calzados sobre nuestros mismos huesos
para clamar justicia por el pueblo
sin importar que nos incrusten espinos en el cráneo:
somos los que se han lamido la sangre del rostro
somos los que han juntado sus lágrimas para bebérselas
…ya hemos tenido por muchos años
la garganta atravesada con la hoja de un grito helado…

No nos vencerán
porque no suplicamos a antepasados remotos,
sino que a la lucha grande del propio pueblo.

Gracias Compañera
Nadia Silhi 2004-06-15

Caerás plasmada en la faz de la Tierra
sobre tu cadera izquierda
para que se remezcan los aullidos de la impotencia
gracias al susurro de tu piel ajada.
Lograrás redondear aún más esos ojos heredados
porque se les habrá hecho espejo el asombro.

Arrugarás los caminos que conducían a Roma
pues de ahora en más llamarás a tus Hermanos
habiendo cremado los papiros oxidados
las escrituras bíblicas
los acuerdos de paz
para poder salir a vengar las calles
todos unidos en una marcha
tras nuestra bandera palestina.

Tú serás la responsable
la que comprendió
que en el Mundo Árabe no se anestesia ni el verso ni el beso
y que urgía mostrárnoslo aunque dispersos
para exhibir la maldición:
de tener petróleo y no agua,
de las agujas que la nieve y las balas
clavaron en los paladares palestinos
durante los Seis Días de matanza de 1967,
de cómo se vomitan los sionistas entre ellos
cuando han enviado a la CNN a dormir,
del dolor que sienten tus abuelos al dirigirse a cualquiera de sus soldados.

No te convertiste en karawan,
no te quisiste melodiosa.
Pero tu canto justo fue el mejor:
Ahora nuestra unión,
la certera y fuerte
la irrevocable
la nuestra
recuperará Palestina.
Nadia
Nadia Silhi 2004-07-29

Oigo su voz susurrante y onírica
que clama por mí desde la ironía del destierro.
Pronuncia mi nombre con complicidad,
lo hace enamorado de la “de”
ya que su garganta no es campesina ni citadina:
más bien es auténticamente árabe…
-Nadia, pese a la humillación, estoy orgulloso de mi sangre-.
Asiento.

Presiento que el sol no levantará más
(eso que mi nombre en ruso significa esperanza)
tengo muchas arrugas en la cintura ya
las provocó el hierro de una cadena
cuyo candado tiene seis puntas tatuándome el vientre…
pero él me convenció que no importa
porque apenas conciba mi primer niño
los tumbos de su corazón fresco y palestino
partirán las cadenas,
despojarán el candado.
-Nadia, como dijo Nasser, los palestinos tenemos derecho a derramar nuestra sangre para liberarnos-
-Y como el pequeño Mohammed, mi hijo preferirá morir lanzando piedras-, contesto.

Soy la heredera heroinómana de mi mundo invertido
…el cual pretendo seguir analizando.
Es un hombre que llora
porque su hogar ancestral está a su vista pero no a su alcance.
Yo busco inspiración.
Él sólo busca el jardín con los recuerdos
del abuelo que comía aceitunas directo del árbol
de los rizos filiales fragantes a azahar…
de todo lo que ahora está roto.
-Nadia, abrázame-.
(Una instantánea).

Estoy recostada
sin llorar de mis ojos caen lágrimas
la hoja de una navaja me ayuda a contabilizar mis costillas
él lo nota y me la arrebata
me hago un nudo
estoy en un charco de sangre
pero conservo los ojos bien abiertos.
Se corta ambos pulgares con la navaja sucia de mí
y los apega a mis heridas
ejerce presión para que yo me sane.
-Ahora sí somos hermanos-, responde
-Pero…¿todavía podremos engendrar al hijo?, pregunto.

Nací en el otoño de 1987
el país se llamaba Chile y lo gobernaban unos traidores.
Mi padre no estaba para el parto
pero llegó para nombrarme Nadia
en honor a una guerrillera palestina refugiada en el Líbano.
-Una mujer valiente y hermosa-, observo
-Como tú-
-Pero ella tenía los ojos verdes-
-Entonces la superaste. El negro de los tuyos es el que se convirtió en el color de los palestinos-.

Nadia…Nadia…,
Lo oí tanto de sus labios.
Juntamos nuestra sangre
y ya sólo hemos de reproducirla
así, visceralmente, como todos…
perdón:
como todos los palestinos.

Breaking the Chains of Occupation
Nadia Silhi 2004-08-02

No somos una red neuronal que haya perdido axones
ni somos el oxígeno político de una causa.
No representamos nada sino a nosotros mismos
…algunos anárquicos,
todos solidarios.
La masa revolucionaria ya está empuñada:
es que estaba escrito.
Y nos tienen miedo.
A los palestinos y a sus hermanos nos tienen miedo
los yanquis y los sionistas
tiritan
se suicidan
huyen
prohiben, vetan, sancionan, desmadran
destruyen creando servicios de inteligencia
sintonizando tanques y aviones
¡pretendiendo con un muro blanco
resguardar sus camas turbias!

Pero los palestinos son ricos y fuertes:
porque se reproducen en conocimientos y admiradores
de sus alimentos
de su música
de sus estrategas
y de su poesía.

Mientras más balas de ellos más unión la de nosotros
(el nepotismo es pasajero, Hermano, igual que la ONU).
Netanyahu: tú no matas aunque pronto tendrás el gobierno,
pero no el poder
encabezarás el Estado más ficticio de todos
pero la historia, Perro Invasor, es cíclica
y si Palestina no ha caído, entonces nunca lo hará.
Tal vez nos falte jurisdicción
pero, universalmente, somos la única verdadera nación.
Palestina es la única utopía de la historia
no hay mayor hermosura que la de ella
no hay beso más sincero que el de sus niños
ni voces más enteras que las de sus hijos expulsados a otros mundos.
Alzo mi canto para ti, Palestina.
Cubro mi rostro y resisto
resisto que el europeo maldito te ocupe muerto de miedo
para vivir en ti algún día yo, cuyos rasgos sí lo merecen.

Somos diversos
nos desarrollamos en la adversidad:
por eso somos el pueblo más fuerte.
Una vez que recobremos la tierra
mutuamente sonreiremos,
y será eterno.

Llegaremos a vivir en ti,
Glorioso Vientre de la Patria Palestina.

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