"Clase Media"
Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y
(medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, solo a veces, se dá cuenta
(medio tarde)
que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio
"Muerte de Soledad Barrett"
Viviste aquí por meses o por años
trazaste aquí una recta de melancolía
que atravesó las vidas y las calles
hace diez años tu adolescencia fue noticia
te tajearon los muslos porque no quisiste
gritar viva hitler ni abajo fidel
eran otros tiempos y otros escuadrones
pero aquellos tatuajes llenaron de asombro
a cierto uruguay que vivía en la luna
y claro entonces no podías saber
que de algún modo eras
la prehistoria de ibero
ahora acribillaron en recife
tus veintisiete años de amor templado y pena clandestina
quizá nunca se sepa cómo ni por qué
los cables dicen que te resististe
y no habrá más remedio que creerlo
porque lo cierto es que te resistías
con sólo colocárteles en frente
sólo mirarlos
sólo sonreír
sólo cantar cielitos cara al cielo
con tu imagen segura
con tu pinta muchacha
pudiste ser modelo
actriz
miss paraguay
carátula
almanaque
quién sabe cuántas cosas
pero el abuelo rafael el viejo anarco
te tironeaba fuertemente la sangre
y vos sentías callada esos tirones
soledad no viviste en soledad
por eso tu vida no se borra
simplemente se colma de señales
soledad no moriste en soledad
por eso tu muerte no se llora
simplemente la izamos en el aire
desde ahora la nostalgia será
un viento fiel que hará flamear tu muerte
para que así aparezcan ejemplares y nítido
las franjas de tu vida
ignoro si estarías
de minifalda o quizá de vaqueros
cuando la ráfaga de pernambuco
acabó con tus sueños completos
por lo menos no habrá sido fácil
cerrar tus grandes ojos claros
tus ojos donde la mejor violencia
se permitía razonables treguas
para volverse increíble bondad
y aunque por fin los hayan clausurado
es probable que aún sigas mirando
soledad compatriota de tres o cuatro pueblos
el limpio futuro por el que vivías
y por el que nunca te negaste a morir.
"Los formales y el frío"
Quién iba a prever que el amor, ese informal se dedicara a ellos tan formales mientras almorzaban por primera vez ella muy lenta y él no tanto y hablaban con sospechosa objetividad de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella, era como un augurio o una fábula su mirada, la de él, tomaba nota de cómo eran sus ojos, los de ella, pero sus palabras, las de él, no se enteraban de esa dulce encuesta
como siempre o como casi siempre la política condujo a la cultura así que por la noche concurrieron al teatro sin tocarse una uña o un ojal ni siquiera una hebilla o una manga y como a la salida hacía bastante frío y ella no tenía medias sólo sandalias por las que asomaban unos dedos muy blancos e indefensos fue preciso meterse en un boliche y ya que el mozo demoraba tanto ellos optaron por la confidencia extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella, ya el frío estaba en sus labios, los de él, de modo que ella fábula y augurio le dio refugio y café instantáneos
una hora apenas de biografía y nostalgias hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo decir algo que realmente no sobre
él probó sólo falta que me quede a dormir y ella probó por qué no te quedas y él no me lo digas dos veces y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio a besar sin usura sus pies fríos, los de ella, después ella besó sus labios, los de él, que a esa altura ya no estaban tan fríos y sucesivamente así mientras los grandes temas dormían el sueño que ellos no durmieron.
Mario Benedetti fue desde mi niñez -y será siempre- un ejemplo de vida.
A través de su prosa y verso pudo comunicarse con nuestros sentimientos y sensaciones más íntimas y darle voz a aquello que uno suele callar porque sencillamente no sabe expresar.
Como revolucionario fue un hombre consecuente, parte fundamental en la historia de nuestra América Latina.
Murió el mismo día que cumplí 22 años, 17 de mayo de 2009. Sin embargo, creo sinceramente que los valientes como él no mueren jamás, sino que permanecen en las consciencias, memorias, y en los recuerdos de las historias más cotidianas.
Es así como tras haber sido una de sus más incansables y fieles lectoras, he elegido esta vez tres poemas de él, que me parece, podrían apenas acercarse a describir lo magno de su obra, para publicar aquí tras una foto (de la película francesa Amor Eterno), que me parece muy bella y expresa lo que estoy sintiendo...
HASTA SIEMPRE, COMPAÑERO MARIO BENEDETTI.